Prólogo | “Poesía de la celebración”
En Versos otoñales, José Antonio Corrales concibe la poesía como vuelo y búsqueda espiritual, a través de versos ágiles que celebran la amistad, la familia, el amor en todas sus formas, descrito desde su sinergia volcánica o sus ensoñaciones. Asimismo, otra zona de su poética indaga en la devoción religiosa como una forma de estar en el mundo que tiene a Jesucristo como modelo.
Se trata de poemas del alma, expresados desde la “sosegada madurez” del hombre sensible que echa la vista atrás y se reconcilia con el pasado, en una búsqueda constante de la armonía y de la sencillez porque, según expresa en uno de los poemas, “la felicidad está en las pequeñas cosas de la vida”.
En algunos versos, el autor dialoga con sus referentes literarios. Lorca, Antonio Machado, Rubén Darío o Neruda conforman los cimientos de una poética que despliega asimismo una vertiente oriental inspirada en los poemas de Tagore y en la filosofía del yoga. La contemplación de la naturaleza, percibida a través de los cinco sentidos, supone un ejercicio sensorial, de ahí la abundancia de sabores y aromas en el libro.
El amor es uno de los temas centrales del poemario, así como la belleza femenina idealizada en su plenitud y frescura desde una mirada cercana a la pintura. La mujer es representada como musa, en el sentido clásico de divinidad inspiradora, y como Madre tierra, a partir de un canto otoñal melancólico y de tonos violetas.
Por otro lado, los versos poseen la espontaneidad de la música popular —copla, flamenco—, con ecos de los grupos que marcaron a toda una generación, como los Beatles o el Dúo Dinámico. La estructura vertical de versos partidos dota a los poemas de una elegancia apolínea y de un ritmo interno que va llevando al lector a través de un universo donde cada sustantivo cobra fuerza y autonomía, como si caminara por un jardín crepuscular rebosante de flores.
“Poesía de la celebración”, prólogo de la escritora española Verónica Aranda al libro
Versos otoñales (Ediciones Deslinde, Madrid, 2021), de José Antonio Corrales.
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