Fallece el poeta cubano Francisco Henríquez

Francisco Henríquez.

En horas de la madrugada de este 17 de enero, y en víspera de su cumpleaños 94 (solo un día antes), ha fallecido en la ciudad de Miami el magnífico y muy querido poeta cubano Francisco Henríquez.

Nació en la finca El Laberinto, Unión de Reyes, Matanzas, Cuba, en 1928. Fue agricultor y autodidacta hasta los 34 años.

Portada del libro desde el cósmico umbral, de Francisco Henríquez.

Desde muy joven alternó con los mejores poetas decimistas de Cuba, quienes fueron sus amigos y compañeros de inspiración popular, como Jesús Orta Ruiz, Gustavo Tacoronte, Rafael Rubiera, Sergio Mederos, Pedro Guerra, entre otros.

Se trasladó a Estados Unidos en 1962, y en Nueva York publicó su primer poemario: Reflejos. Autor de más de una veintena de poemarios publicados, como: Jardines de la rima, Desde lo más recóndito, Sonetos cósmicos y líricos.

Fundó, junto con otros poetas, la Academia Poética de Miami. Ganó en 1992 en España el premio internacional «La Conquista de América».

Uno de sus empeños más notables fue como promotor y revistero, pues fundó en 1996 la revista Carta Lírica. En esta publicación, dio a conocer su obra y también la de un gran número de autores contemporáneos.

Visitó numerosos países, en especial España y naciones hispanoamericanas, donde leyó su poesía y recibió múltiples homenajes.

Por la obra de toda su vida, recibió en 2005 la medalla de oro del premio internacional «José Vasconcelos», otorgado por el Frente de Afirmación Hispanista, México, A. C.

Francisco Henríquez, un poeta “del arado y del aprisco”

Un poeta muy querido por múltiples generaciones, era en sí mismo un catauro de conocimientos y tradiciones que compartía humildemente, aunando en sus expresiones lo mejor de la cultura popular y el resultado noble de su autosuperación constante que lo llevó a convertirse en un perfeccionista de las artes poéticas. Publicó excelentes poemas en tonos distintos, yendo del humor a la filosofía y la crónica, en sonetos y décimas principalmente.

Ediciones Deslinde acababa de publicar en fecha reciente una selección de sus sonetos: Desde el cósmico umbral de la memoria (Deslinde, Madrid, 2021). Allí encontramos el poema premonitorio con que cierra este libro, titulado “Mi epitafio” precisamente, donde leemos:

Aquí yace el poeta don Francisco,

apellidado Henríquez, sin más sello:

sin medallas colgándole en el cuello

y más fibras de dócil que de arisco.

Francisco del arado y del aprisco,

que buscó de la vida lo más bello.

No vivió destellado en un destello

ni creyó merecerse un obelisco.

Pocos momentos después de conocerse esta noticia, muchos poetas de diversas partes del mundo comparten su dolor. Desde las islas canarias, tierra de los ancestros de Francisco y donde fue homenajeado como hijo ilustre, recibimos la siguiente décima de la poeta María Jesús Lozano:

Se me rompe el corazón

sabiéndote ya en tu  lecho

con poco aire en el pecho

sin que  merme tu razón.

La meta es la sinrazón

a donde todos llegamos

y por mucho que queramos

retrasar el fin del viaje

nos dejas un gran mensaje

para los que aún soñamos.

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