“Isabel Díez Serrano en su poemario Temblor de manantiales nos obsequia un texto donde la presencia de la muerte lo recorre y rebota en esa confesión que grita su dolor, en la herida abierta, desnuda, que no se puede velar y que llega al lector a través de imágenes dolorosas y a la vez alentadoras que se estacionan, anclan en él y atrapan su interés.

El tema de la muerte esculpe estos versos, ese arquetipo inexorable e ineludible los atraviesa junto a la llama del misticismo que habita en la poeta y la sostiene. Tanto en sus breves poemas, los haikus, como en los sonetos, o el verso libre, está presente en ellos un hilo conductor que sostiene la visión jadeante de la muerte, la finitud de la vida, y así lo afirma la propia autora cuando expresa que “su amor es eterno, y la muerte no puede vencerlo, porque es parte de la vida”, de esa transgresión del aquí y el ahora, esa continuidad que da el alma al amor de los cuerpos físicos, para fundirlos en epopeya y mito, en trascendencia y contradicción y que sólo puede ser abordado por la poesía. La muerte crea un vínculo indisoluble de unión entre los amantes, una fuerza gravitacional que impide la separación de los seres unidos por un amor puro.  |  Vivian Dulce Vila

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TU MUERTE NOS ABRAZA

Tu muerte, nos anuda, nos abraza,
el recuerdo se impone a la llovizna.
El dolor es semilla amarillenta
que muerde nuestras noches.

La raíz nos remueve los cimientos.
Tu muerte tiene prisa lo intuimos
porque el aire se está poniendo gris
le están saliendo arrugas en la frente

y horada a aldabonazos nuestro pecho.
Nuestros ojos se van sintiendo océanos
y el pecho traslúcido cristal.

Se nos puede partir en dos mitades.
Se nos puede
al mínimo aleteo.

ÚLTIMO REPOSO

Tan merecido y último reposo
hacen de ti, perenne primavera,
dejaste mi camino, tú, mi sementera
que enlazas con mi vida, amoroso.

Te veo así, en todo lo que gloso,
lo que amo, lo que anhelo, candelera,
mundo multicolor, enredadera
que me ayuda a no hundirme en el foso.

En ruta hacia la cuenca de otro río,
te veo en una rama de aquel árbol,
te veo sí, y al verte, me sonrío…

Amor de los Amores, vas en Todo
porque Todo lo eres este instante
en que feliz, dejaste atrás el lodo.

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Isabel Díez Serrano

Poeta, crítica literaria, promotora cultural, antóloga. Tiene más de cuarenta libros publicados, entre ellos: Antología de la poesía cósmica (2004), Relámpagos interiores (2010), Controversia y aplomo (2010), Pelillos a la mar (2011), En brazos de la tierra (2012), La serpiente y la flor (2013), La llamaban loca (2015), Desde el lírico cuenco de mi voz (2016), Ni tú ni yo (2016), Revelaciones líricas-Epístolas (2017), De la brava tormenta (2018), Homenaje a Carilda Oliver Labra (2018), El alma se recrea en la palabra (2019). Sus poemas han sido musicalizados y traducidos al inglés, francés, italiano, japonés y ruso. Entre sus numerosos reconocimientos, se destaca el internacional «José Vasconcelos» (2015) conferido por el Frente de Afirmación Hispanista (México), por la obra de toda la vida. Fundó y dirige la tertulia-taller de poesía «Príncipe de Asturias» y la revista literaria Oriflama. Preside el Foro de las Letras en el Ateneo Escurialense. Ediciones Deslinde ha publicado también sus poemarios: Me contaron un cantar (2019), Canto al ingenioso hidalgo (2019), En la raíz de un sueño (2021). Leer poemas suyos también en la revista Árbol Invertido.